Pasos simples salvan vidas

Aunque se tomen las debidas precauciones, nadie en la vida está libre de enfrentarse a una enfermedad o lesión repentina en el hogar, el trabajo o en cualquier otro sitio. La pregunta es, ¿Cómo enfrentarlos?

Una de las características principales del ser humano es la de seguir su instinto por ayudar a quien se encuentra en peligro. Sin embargo, aunque se pretenda ayudar muchas veces, son el miedo, la inseguridad o el escaso conocimiento el que impide actuar o brindar la ayuda adecuada y oportuna que el “otro” requiere.

¿Qué hacer? Lo recomendable es informarse de todo cuanto se refiere a primeros auxilios. Conocer una serie de procedimientos médicos simples puede estar destinado a salvar la vida de una persona en situaciones de emergencia médica. Generalmente los realiza una persona no titulada en medicina, antes de la intervención de los servicios de emergencia.

Un primer paso es tener en casa el botiquín de primeros auxilios. Este debe contener lo indispensable para prestar la primera ayuda: materiales como gasas, vendas, esparadrapos, algodón, alcohol, suero fisiológico, antihistamínicos, analgésicos, entre otros instrumentos y elementos adicionales como tijeras pinzas, termómetro, guantes y pañuelos desechables, etc.

Esta es una manera de prevención ante cualquier riesgo que se presente y seguramente será una forma de perder los miedos e inseguridades inoportunas en aquellos momentos de “auxilio”.

Gracias a tus conocimientos, ayudar a un familiar, un amigo o tal vez a un desconocido se convertirá en un paso simple.

¡A tomar la debidas precauciones!

Sentirse bien por dentro y por fuera.

Con el paso de los años el colágeno, la proteína más abundante del organismo, y el componente básico de la piel, los huesos, las articulaciones, encías y cuero cabelludo, empieza a degradarse provocando el envejecimiento de los tejidos de los que forma parte.

Esto origina la perdida de tersura de la piel y la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento (artrosis, osteoporosis, etc). Ahí esta la importancia de reponerlo.


Estudios científicos realizados con este ingrediente funcional han demostrado que completar la dieta habitual con colágeno refuerza los tejidos, siendo un medio muy eficaz para prevenir y tratar la artrosis y la osteoporosis, así como para mantener la piel tersa y las uñas y el cabello en buen estado, retrasando notablemente los síntomas de la vejez física.

Pero, ¿en donde encontramos etas propiedades funcionales que nos provee el colágeno? Para valorar las propiedades del colágeno se han llevado a cabo una serie de estudios en diferentes países.

En Ecuador, algunos de los más destacados reumatólogos del país, conjuntamente con el Hospital Mar de Barcelona han realizado un riguroso estudio clínico sobre 220 pacientes cuyo resultado ha demostrado que el consumo diario de colágeno reduce el dolor astático y dinámico originado por la artrosis, sin que dicho tratamiento haya producido ningún tipo de efecto adverso.

Por tanto, el colágeno es la proteína de la juventud. Tan solo con el consumo diario de 10 gramos podrá mantener los tejidos estructurales del cuerpo sano y joven, empezando a sentir los beneficios desde los 21 días.